La noche del 24 de diciembre no solo trajo consigo la magia de la víspera navideña, sino también unas matinales temperaturas bajas. Las temperaturas descendieron de manera notable en las zonas del interior de la región. Ejemplos notables de esta helada intensa fueron los -6,6 grados centígrados registrados en el Puerto de Marabio y los -2,5 grados centígrados en Degaña.
El Puerto de Marabio, ubicado en un entorno montañoso, se convirtió en el epicentro de las temperaturas más extremas de la noche. Con -6,6 grados centígrados.
Degaña, por su parte, no quedó exento de la intensidad del frío. Marcando -2,5 grados centígrados, esta localidad del interior asturiano se sumió en una noche helada.
Las heladas afectaron tanto áreas urbanas como rurales, recordando a todos que el invierno se había instalado de lleno en la región.
Puerto de Marabio | – 6,6 ºC |
Degaña | – 2,5 ºC |
Polanava (Nava) | – 1,4 ºC |
La Foz (Caso) | – 1,3 ºC |
Ronzón | – 1,2 ºC |
La Pola (Somiedo) | – 1,1 ºC |
Las causas de estas temperaturas extremadamente bajas pueden rastrearse hasta las condiciones meteorológicas predominantes en la Península Ibérica en estas noches. Los cielos despejados fueron determinantes para que la radiación térmica se disipara con facilidad, permitiendo que el calor almacenado en la superficie se escape hacia la atmósfera. Esta pérdida de calor contribuyó directamente a la marcada bajada de las temperaturas.
Además, la presencia de altas presiones sobre la Península Ibérica jugó un papel crucial en la intensificación del frío. Estas condiciones atmosféricas propiciaron un fenómeno conocido como inversión térmica, donde el aire frío quedó atrapado cerca de la superficie, impidiendo que las capas superiores actuaran como aislante térmico. Como resultado, las temperaturas descendieron drásticamente, afectando especialmente a las regiones del interior de Asturias.